Nicho de Mercado

Abrí el refri, tome la jarra de agua, me serví agua y nada mas me alcanzó para medio vaso, me odio.

Desde hace mucho se nos mostró que el capital humano o en este caso el público que se había elegido era un público que había sido ¨ignorado¨, ¨olvidado¨, ¨discriminado¨, pero que sin embargo era un público muy sencillo de convencer porque lo único que se tenía que hacer para ganarlo era darle ¨cariño¨. Sin pensarla dos veces y aprovechando esta oportunidad, como chango en frutería, se lanzó sobre este público para caer sobre ellos y no dejar que nadie se lo quite, como dulces de piñata.

Reforzando el odio y resentimiento de este público, por años lo alimento con producto básico, no hacia nada mas que reciclar lo que ya todos sabían, problemas comunes siendo expresados en lugares inusuales, todo esto dicho de manera pública con la premisa de que él no era como los demás, él si iba a hacer su trabajo, el si iba a transformar al país. Utilizando la ¨posición¨ que ya tenia, diciendo cosas desde lo alto referente a la desigualdad, marcando la línea divisoria, polarizando, solamente incrementando la esperanza de este público que por fin se sentía verdaderamente escuchado y que imaginariamente se ponía al nivel del resto de la sociedad, un nivel que siempre ha sido imaginario.

Digo nivel imaginario porque es algo que no existe físicamente, es una idea grupal que amplifica la percepción que ellos mismos tienen de la sociedad mexicana y que a su vez refuerza la idea individual de inferioridad en la cual se encuentran sumergidos, este ideal de víctima, de ser tratado ¨injustamente¨ por la vida, cuestionando a Dios porque ¨ellos¨ tiene más que él, preguntándose qué hice yo para merecer esto. Justo aquí es donde se encuentra la respuesta, podríamos decir que es una paradoja. No hiciste y no estas haciendo nada.

Son miles los ejemplos de personas que han logrado salir de la pobreza, incluso de la pobreza extrema por méritos propios. Ejemplos de personas que a pesar de todas las adversidades se educaron y con el enfoque correcto se fueron desarrollando de tal manera que lograron borrar el ¨estigma¨ con el que habían nacido para convertirlo en una motivación y con esto concretar sus metas. Se que hay personas que a lo mejor el estudio no fue lo de ellos pero que también encontraron la manera de borrar el ¨estigma¨, eliminaron la mentalidad de víctima y se enfocaron en encontrar la manera de salir adelante, a lo mejor consiguieron un buen empleo, abrieron su propio negocio o incluso fundaron su propia empresa, son varios los casos de personas que han pasado de no haber tenido nada a tener una o dos fábricas, pero todo esto no fue gratis, ni se dio por casualidad, es resultado del esfuerzo y del sacrificio.

Justo aquí es donde encontramos el conflicto, de hecho, los dos conflictos que estamos viviendo en esta ¨transformación¨ mexicana. El primero de ellos es el conflicto más notorio, más obvio, más viejo, es donde chocan las personas acostumbradas al trabajo personal como herramienta para poder salir adelante contra las personas que en el personaje de víctima han encontrado su manera de salir adelante o más bien, de sobrevivir. Sin oportunidad de perder su papel de ¨víctima¨ se lanzan contra su ¨oponente¨ diciéndole que no opine porque él siempre ha estado en un nivel de privilegio, que él no puede opinar sobre lo que uno sufre como ¨víctima¨ porque nunca ha vivido esa situación. El resto del tema referente a este tipo de disputas ya se lo saben y si no, metanse a cualquier red social de algún noticiero y lean la sección de comentarios, de alguna manera les parecerá obvio de que lado se encuentra cada uno de los autores de dichos comentarios.

El segundo conflicto es un conflicto que apenas está sucediendo y que por lo mismo todavía no se tiene una certeza de cuál será su resultado, este conflicto es un conflicto interno que se está gestando dentro del grupo de las ¨víctimas¨. Este grupo está sufriendo su propia transformación, se están dando cuenta que no es lo mismo estirar la mano izquierda que la mano derecha, que su odio y su resentimiento no se ha ido, ahí sigue. Dieron por hecho que al haber ¨ganado¨, aunque los que ganaron fueron otros, sus problemas iban a desaparecer o que si no, por lo menos iba a ser más rápido superarlos.

Pero no, la realidad es otra, las dádivas que esperaban son menores y la realidad, con un grado más de dificultad por estos hechos nunca antes vistos, los ha golpeado como nunca. Este conflicto forma la división entre ¨víctimas¨, entre personas que le comienzan a exigir a su ¨salvador¨ y personas que siguen esperando a que los salve, personas que no tienen urgencia porque lamentablemente toda su vida han vivido así, flotando sin nadar porque alguien tiene que venir a salvarlos de esta marea injusta llamada vida.

El desarrollo de este conflicto será interesante, marcará el futuro de nuestra sociedad como Mexicanos y nos enseñará que no tenemos que esperar a que llegue alguien a salvarnos, nosotros somos los que tenemos que salvarnos sin ayuda de nadie.

Lamentablemente este conflicto ya fue identificado por su ¨salvador¨ e intentará hacer todo lo posible por volverlos a tener a sus pies. Esperemos que las personas en realidad ¨despierten¨ para no volver a ser engañadas.